...no es "el limbo", sino Pascua...
La alegría de la Resurreción nos inunda después de semana santa, pero por cuánto tiempo somos capaces de mantener esta tensión?? Ahora que lo he reflexionado, creo que por bastante poco.
Mas, la tristeza y la desesperanza nunca son la última palabra: la cincuentena de pascua es justamente eso: pascua. Es Cristo, aquel que murió en la cruz, aquel que ha vencido a la muerte con el amor, aquel que se nos ha aparecido en el camino y a la orilla del lago: es Cristo que ha resucitado!!
Vivamos la alegría del Tiempo Pascual y preparemos el corazón para recibir al Espíritu Santo en Pentecostés.
Mas, la tristeza y la desesperanza nunca son la última palabra: la cincuentena de pascua es justamente eso: pascua. Es Cristo, aquel que murió en la cruz, aquel que ha vencido a la muerte con el amor, aquel que se nos ha aparecido en el camino y a la orilla del lago: es Cristo que ha resucitado!!
Vivamos la alegría del Tiempo Pascual y preparemos el corazón para recibir al Espíritu Santo en Pentecostés.
Etiquetas: espiritualidad, vivencias
2 Comments:
Cuando expresas: "La alegría de la Resurreción nos inunda después de semana santa, pero por cuánto tiempo somos capaces de mantener esta tensión?", me recuerda la duda del apóstol Tomás quien aún no creía que Jesús había vuelto a la Vida: "Si no veo en sus manos, y si no meto mis dedos en ellas y mi mano en sus costado, no lo podré creer".(Jn. 20; 24-29).
No digo que no creamos, pero ¿de qué sirve si no lo llevamos a la praxis? Cuántos de nosotros, somos como Tomás: a pesar de haber vivenciado el retiro de semana santa y el mensaje de Vida que nos ofrece Cristo para trasmitirlo a los demás, seguimos nuestra vida de manera INDIFERENTE; y simplemente es por falta de Fe. Una carencia de creer REALMENTE que Cristo es VIDA, y que, entonces, debemos compartir constantemente la ALEGRÍA DE VIVIR celebrando constantemente la resurrección a la que nos invita!
Es por eso que, muy personalmente, no soy muy partidaria de que en las pastorales solo hablemos de "la luz divina" todo el rato. A Jesús, hay que HACERLO DESCENDER E INVOLUCRARLO en nuestro contexto contingente, nuestras dudas y problemáticas, en la vidas cada vez más fragmentadas, en las problemáticas sociales, en nuestra afectividad y sexual (jiji! influencia de mi tema pastoral xD!) en nuestras filosofías y sueños. Hay que inculturarlo en nuestra vida de jóvenes en permanente búsqueda...
En fin, tenemos la promesa de Jesús que nos ayuda a ser testigos y transmisores de su enseñanza en el AHORA: el Espíritu Santo que nos renueva en cada pentecostés y nos ayuda a construir y llevar su reino de amor y vida a los demás =)
Hace tiempo no pasaba por acá; creo que ha sido bueno...
José, un abrazo! ^^
También me dieron ganas de comentar xD
Me quedo con lo último: involucrar a Cristo en nuestras vidas.
porque, por ejemplo, si decimos "ya, hay que celebrar pascua" todo el mundo piensa en vigilias, retiros, misas, o a lo más en alguna expresión de la piedad popular al estilo Cuasimodo. ¿por qué no pensamos, por ejemplo, en celebrar pascua con un paseo, un partido de fútbol, un juego de bowling, un asado o un carrete? Simplemente porque estas expresiones, ciertamente alegres, no están en nuestro paradigma de "celebrar pascua". Sin embargo, bien sabemos que la experiencia de la Resurrección trasciende todos los planos de la vida y de la historia del Hombre (varón y mujer, como dice un obispo que conozco xD )
Creo que ahí hay algo central que dar a conocer: Cristo no es sólo piedad; sino experiencia de VIDA.
Cielo, un abrazo para ti!
=)
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